No quisiera hablar de #Chivas…
No quisiera hablar de #Chivas… pero es terrible, lamentable. Chivas es un negocio. ¿Qué parte de ello no entendemos señores de la directiva? Ustedes lo dudan, pero lo entendemos muy bien.
Si señores. La marca #Chivas vende. Y vende muy bien.
¿Se acuerdan de quién hizo ganar muchos títulos al Toluca en torneos cortos? Si, Rafael Lebrija. Cuando él llega a #Chivas, mi ilusión creció. Este equipo retomará su gloria con una persona que sabe de fútbol. No sucedió. ¿Por qué se fue? Nunca lo sabremos y con él, las ilusiones de millones de #Chiva hermanos.
Con la llegada de Matías Almeyda, que a fuerzas de ser sincero, me daba muchas dudas, se cernía en mi semblante un panorama complicado. Si el equipo no da resultados, la marca no vende, no genera ingresos, no genera utilidades y deja de ser negocio.
El dueño (con minúsculas), de quien no me dignaré en mencionarlo siquiera, pareció entenderlo. No sabes de fútbol, encarga el negocio a quien sí sepa de ello. Cumpliste en darnos un estadio acorde a la historia. Te faltaban títulos deportivos. Si #Chivas es campeón, este, tu negocio florece. Te alejaste, como debía de ser y el equipo creció, tratando de recuperar su espacio que le corresponde, como el equipo más querido por la afición, por contar en sus filas con puro jugador mexicano.
#Chivas regresa a los títulos. Gana primero la copa (molera, que ahora ya todos quieren ganar cuando #Chivas le ha dado el sitio que merece).
Consigue un doblete histórico.
Y el divorcio comenzó.
En una lucha de egos, la afición pierde.
Si el enemigo de un entrenador, son los resultados, es cierto, Matías traía un año de pesadilla. Pero sin refuerzos no se consigue nada. La responsabilidad no es enteramente de él y mucho menos de los malos manejos financieros. Para nada es un secreto, las deudas con el #SAT y vaya usté a saber qué más hay de podrido dentro de las finanzas del equipo. Hay dinero, hay de donde robar.
Si el problema fue de dinero, Matías es el menos culpable de la ruptura. Yo no meto las manos por esta directiva. No es la primera vez que a un técnico (Van´t Ship, que cada vez que puede felicita a #Chivas) o a un jugador (Bravo, Bofo, Gallito y Pizarro) o a un directivo (Lebrija), le hacen una gachada. Hoy no es la excepción. Se lo hacen a Matías, el que levantó al Gigante, al que cumplió su palabra.
Teniendo en puerta el mundial de clubes. Esta directiva me da verguenza.
Y esta afición no lo merece.