
Ese día tan placentero o tan ofensivo para otros. Leyendo por ahí, me encontré con una reflexión satírica y divertida ¿por qué no? de lo que este día significa para muchos de nosotros y que lo hace tan especial: el domingo. Va un extracto.
Definitivamente, la invención del último (o primer, paréntesis mío) día de la semana encontró ya a Dios cansado, aburrido, falto de inspiración. y lucidez. Eso explica que los domingos sean aburridos, soporíferos, deprimentes, nauseabundos. Hay en los domingos algo enfermizo, una enrarecida decadencia, hipócritamente disimulados en el disfraz del descanso, de santidad, de convivencia familiar, Más que bíblicos, son infernales; dice unos versos de Eduardo Elizalde:
El infierno serían esos domingos
todos esos grises sordos, ciegos,
pantanosos domingos
unidos en un ciclo sin semana.
Judas metió su cuchara en la última cena, como Satanás la suya cuando Dios creó el domingo.
Durante las muy escasas temporadas en que mi neurosis (25 años, paréntesis mío) toleró oficinas, horarios, jefes, secres, mandar y ser mandado, admito que los domingos tendieron sobre mi vida su velo beato. El lunes se volvió odios: volver a empezar -¿a empezar qué?-, recoger la roca de Sísifo y escalar de nuevo. ¿A dónde? A un domingo suave y enfermo desde el cual arrojar nuevamente la roca a un lunes que solo puede tener de bueno que el domingo terminó. Adiós a las oficinas; vivan los lunes del “freelancer”.
>>Día de descanso obligatorio>> es la santa definición de ese pantano infecto. Justamente, e descanso auténtico es el libre, desobligado, irresponsable, no el que dictan la ley, la obligación.
Basta: este domingo ha llegado a su fin. Lo celebro con la convicción íntima de que después de crear el mundo, y soportarlo unos cuantos siglos. Dios se murió, como quería Nietzche. Fue por cierto, de abulia, de aburrimiento, de fastidio. Fue, por cierto, un domingo.
Cita: Luis Ignacio Helguera. (marzo 2014). Los domingos. Algarabia, 114, 64-68.
Y para rematar una canción de uno de mis grupos favoritos de rock:
No sé por qué, pero siempre asocié esta canción a esos fantásticos adormecimientos de los domingos en su atardecer…