No me acostumbro a las tonterías. Una más.
La discusión era de cada vez que se hacía el cambio de horario. Que si funciona, que si no funciona. Que si ahorramos, o no ahorramos.
Donde se ve, es en los bolsillos de la ciudadanía.
El gobierno presumía de ahorros sensacionales, pero en el recibo de luz de la casa, muchas veces no se apreciaba tal cosa. A partir de mañana, oscurece más temprano, hay que tener prendidos los focos más tiempo. La inseguridad por las noches. En fin.
Ahora, este gobierno hace alharaca de que es la última vez que ajustamos los relojes antes de irnos a dormir. Lo bueno de los celulares y otros dispositivos, es que el cambio es automático.
Si te toca ir a trabajar el domingo, tu hora de entrada NO debería cambiar. De todos modos debiste verificarlo con tu supervisor o jefe inmediato.
Si a la hora de la salida ya oscureció, a tu gobierno no le interesa. Si eres mujer trabajadora y a la salida te toca ver que está ya oscuro, a tu gobierno NO le interesa (hazle como puedas).
Especial cuidado habrá que tener con los trabajadores de turno nocturno que entran por ejemplo a las 23 hs del sábado 29 y deben salir a las 06 de la mañana del domingo, porque sus relevos deberán acudir a tiempo (1 hora antes, con el nuevo horario).
A mi en lo personal, atrasarlo no me gusta. No debimos haberlo hecho.
El horario que debía mantenerse es este, el de verano.
No piensan.
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